sábado, 8 de noviembre de 2014

LOS AÑOS NO PERDONAN

Hace ya muchos años, yo era tirando a guarra.

Siempre recordaré a mi sufrido padre
sudar como un bellaco corriendo tras de mí,
conseguir reducirme y someterme luego
a un mínimo proceso de limpieza diaria
antes de ir a dormir.

Pero todo ha cambiado. Los años no perdonan.

Ahora tengo bruxismo, debo usar una férula.
Me ha salido un juanete, prótesis correctora.
Por no hablar de la alergia y el colirio nocturno.

Entre tanto suplicio, la crema nutritiva,
desmaquillaje previo y no sé qué más cosas,
tengo que echar instancia para entrar en la cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario